Si el amor no fuese tan difícil no sería un reto para mí. Los amores trabajados se valoran más. Lo que viene fácil fácil se va.
El amor es complicado y a veces trae comoderos de cabeza... pero a pesar de todas esas cosas la recompensa es mayor. Merece la pena vivir el amor porque aún con todas estas cosas, es la experiencia más bonita que podemos vivir y da más alegrías que disgustos.
No sé si ya lo dije en otras entradas pero cuando amas de verdad amas hasta los defectos de la otra persona. Sabes que no experfecta, que no es la princesa o el príncipe azul de nuestros sueños pero aún así nos hace palpitar el corazón cada día y nos recuerda lo hermoso que es vivir.
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